Ecopor S.A. está habilitada como recolectora autorizada a prestar el servicio de recolección de Aceite de Cocina Usado y operadora (autorizada a realizar la disposición final del Aceite de Cocina Usado en todos los registros abiertos a tal fin en Argentina.
RBA Ambiental es la empresa líder en Argentina en la recolección y reciclado de Aceite de Cocina Usado (ACU), conocido también como Aceite Vegetal Usado (AVU). Desde hace más de 80 años brinda este servicio a grandes corporaciones y medianas y pequeñas empresas del sector gastronómico e industrial, un servicio integral de recolección y reciclado de ACU, asegurando la correcta disposición del residuo, su traslado, almacenamiento y reciclado final. A tal fin poseen una flota de 40 vehículos para transportar los tambores de aceite. Toda su flota es Mercedes-Benz con las Vans Sprinter y Accelos de Mercedes-Benz Camiones y Buses.
Entrevistamos a Flavio Porcille, socio de la empresa, contador público, (que nunca ejerció) es el actual referente de una empresa familiar que comenzó en 1925 con su abuelo, José María Porcille, quien inició el negocio de reciclaje de grasas animales en el contexto de la industria alimentaria y la jabonería. Con el tiempo, su padre siguió este legado, diversificando el proceso al comenzar a reciclar aceites vegetales usados. Flavio, desde pequeño, es-tuvo involucrado en el negocio familiar, ayudando en la recolección y procesamiento de aceites, lo que le permitió tener una gran madurez laboral desde temprana edad.
Revista R.A.: ¿Cómo fueron los inicios de la empresa?
Flavio Porcille: La empresa la inicia mi abuelo, José María Porcille, en 1925, recuperando, reciclando grasas animales, grasas de frigorífico, de carnicerías. Yo creo básicamente que se refundía esas grasas como para volver a consumo o a jabonería en ese momento.
El material recolectado se procesa generalmente para alimentación humana o animal o bien se usa para jabonería. Mi padre continúa con ese proceso de recolección de grasas animales, que, recolectábamos y procesábamos nosotros. Salíamos en un Dodge 800 a las 4 de la mañana a buscar la materia prima, desde que tenía 5-6 años recuerdo ir al taller y prender las maquinas, emocionante. Luego a los 14/15 años hacía las suplencias a los empleados de mi padre, eso me dio quizás una madurez desde el punto de vista económico muy grande desde muy chico.
A los 17 años quería tener ya mi camión, entonces empecé a trabajar por las noches, mientras mis amigos salían, yo salía pero a trabajar, mi papá de chofer yo de empleado. Junté mi plata y a los seis meses me compre en un remate una Ford 4000. Al poco tiempo compramos otro y ahí ya estábamos los dos trabajando a full.
R.A.: Pero no todo salió tan redondito, ¿no?
F.P.: Lamentablemente mi abuelo se funde y tenemos que salir al rescate, entonces tuvimos unos años donde hubo que arremangarse y ver como se salía de esa situación. Fueron momentos muy duros pero con trabajo pudimos cumplir con todos los compromisos.
R.A.: ¿Cuándo comenzas a ser más participe en la empresa?
F.P.: Cuando termino la secundaria empiezo a estudiar para contador, primero en la UBA, pero los horarios no me daban para poder seguir así que me paso a Morón donde 8 años después me recibo. Mientras tanto trabajo en la empresa y aporto mi trabajo. Siguen años que fueron muy difíciles pero a partir del año 2002 empieza el proyecto de biocombustibles. Hasta ese momento estábamos en un galpón de 400 mts 2 en la localidad de Haedo.
R.A.: ¿Desde cuándo están en este predio?
F.P.: En el año 2006 a través del municipio de San Miguel averiguo que podría adquirir este lugar, en ese entonces pertenecía a la empresa Praxair, era demasiado grande 20.000 m2, no iba a comprar semejante lugar pero gracias al Gerente que me dijo “compralo después te vas a arrepentir” lo hice y salió perfecto. En 400 metros hacíamos aceite, hacíamos un muy pequeño proceso industrial que básicamente era filtrar la mercadería y sacar la humedad, con métodos muy activos, muy arcaicos, con filtros prensas manuales, o sea, todo a pulmón muy precario.
Estos 20.000 m2 llevaron toneladas de tosca y trabajo, era un terreno muy bajo pero logramos hacer la planta que hoy tenemos.
R.A.: ¿Cuál es la capacidad productiva de la planta hoy?
F.P.: Actualmente, RBA Ambiental cuenta con una moderna planta de procesamiento en el Parque Industrial de Bella Vista, en Buenos Aires, con una capacidad de recepción de 80 toneladas por hora y una capacidad de tratamiento de 300 toneladas de aceite usado por día. Esta planta se distingue por su tamaño y calidad, siendo la más grande de Argentina en su rubro. Además, la empresa está desarrollando una planta de biodiesel de segunda generación, con una capacidad de procesamiento de 50.000 toneladas anuales, utilizando ACU reciclado y sin generar efluentes.
R.A.: ¿Quiénes son sus principales clientes/Proveedores?
F.P.: Trabajamos con organizaciones del sector gastronómico e industrial de todas las categorías y tamaños: restaurantes, buffet, de comida rápida o fast food, gourmet, temáticos, comedores municipales, gubernamentales, escolares y de todo tipo de corporaciones.
Más de 7000 clientes activos como McDonald´s, Burger King, McCain, La Serenísima, Carrefour, Coto, Disco, La Anónima, Jumbo, Shell, Petrobras, IBM, Temaikén y muchos otros clientes que confían en la solución integral de RBA Ambiental para cumplir con las normativas de disposición de este residuo, ahorrar costos y evitar el potencial peligro que existe al tratar con aceite de fritura.
R.A.: ¿Cuál es tu relación con los camiones?
F.P.: Desde siempre fueron el instrumento para poder obtener la materia prima de la que nos abastecíamos. Con 18 años ya me compré en un remate mi primer vehículo y de allí en adelante siempre fuimos por más. A partir del año 99 fue cuando compré mi primer Mercedes 712 electrónico y a partir de ahí empecé a comprar siempre Mercedes Benz hoy tengo toda la flota con la marca de la estrella. ¡Gracias a Christian Balda que en aquel momento me hizo una oferta que no pude rechazar!!!
Hoy, la mitad de la flota son Sprinter que nos sirven por la versatilidad que tienen, son ágiles, entran en cualquier lugar y la otra mitad son Accelo 815 que tienen la capacidad necesaria para cubrir nuestras necesidades de distancia y carga.
R.A.: ¿Cuáles son las virtudes que le encontrás a trabajar con vehículos Mercedes-Benz?
F.P.: Para nosotros es un diferencial llegar con un buen vehículo y la estrella te da una prestancia incomparable, a eso le tenés que sumar la comodidad para los choferes que son quienes están todo el día usándolos. El servicio postventa es excelente y la disponibilidad de los repuestos es un valor que se aprecia.
R.A.: ¿Vas a seguir comprando vehículos o solo reponer por antigüedad?
F.P.: El negocio del reciclado y el procesamiento viene en crecimiento así que seguramente estaremos adquiriendo más vehículos, me gustaría muchísimo poder adquirir tanto Sprinter como Accelos eléctricos, sería el primero en comprarlos cuando estén disponibles. Chinos, no voy a comprar.
R.A.: Una reflexión final
F.P.: La historia de RBA Ambiental es también la historia de una familia que ha sabido transmitir valores fundamentales como la honestidad, la transparencia y el compromiso con el trabajo y con el prójimo. Estos principios, legados por mi padre, su fundador Don José María Porcille, siguen guiando a la compañía hasta el día de hoy, continúo con el legado familiar, asegurando que cada acción de la compañía esté alineada con los principios de respeto al medioambiente y responsabilidad social. En resumen, RBA Ambiental es mucho más que una empresa de reciclaje de aceites usados. Somos una organización que trabaja por un futuro más limpio y sostenible, brindando soluciones a sus clientes y contribuyendo activamente al cuidado del planeta, mientras sigue creciendo y liderando la industria en Argentina y más allá.