Sobre el pie de la cordillera, a 12 horas de Capital Federal, por la Ruta 7, sobre el kilómetro 14 del Acceso Sur, que conecta hacia Luján de Cuyo, Mendoza, se encuentra Transporte Andreu. Allí, la logística cumple un rol clave, distribuir a todo el país agua, vino y sus derivados.

Un caso testigo del desarrollo de la región es Transporte Andreu que comenzó con la adquisición de un camión en 1962 y hoy ofrece un servicio de logística integral, con más de 100 camiones para transporte, 20 hectáreas con 67 mil metros cubiertos para depósitos convencionales y otro espacio para guardar carga refrigerada, donde se alojan varios de sus clientes. La principal ruta que recorren es Mendoza - Buenos Aires y a la inversa con productos como agua mineral, gaseosas, cervezas y vinos, derivados y espumantes, de diversas bodegas. “Dentro de la carga general hay distintos servicios, carga completa punto a punto y carga consolidada que es un servicio que tenemos que se transporta por volumen de pallet, el cliente compra el servicio de un pallet dentro de un camión, entonces cuando se completa el camión eso se entrega en Buenos Aires”, cuenta Eduardo Andreu, director de la firma que lleva su apellido.
“Entonces –aclara- así podemos atender a varios productores de vino que son de no gran volumen. Después hay otra parte de la flota que transportamos isotanques desde los pozos de petróleo de acá de la zona de Mendoza, transportamos gas natural licuado GNL, y abastecemos una central térmica está en Anchoris, en Luján de Cuyo, que genera energía eléctrica para el sistema interconectado de electricidad en Mendoza”.

Eduardo es hijo del fundador de la empresa Felipe, que compró un camión y contrató un chofer –que lo acompañó durante más de 40 años- en 1962; hoy tiene 80 años y sigue trabajando en la empresa. Después de experiencias con otros colegas en 1983, ya con los herederos como socios, registraron Transporte Andreu e hijos y comenzaron a trazar una historia nueva.

R.A.: ¿Por qué decidieron incorporar Mercedes-Benz a su flota?
Eduardo Andreu: Se dieron dos cosas, primero que por nuestros principios de trabajo acá en lo que es economía de combustible, ergonomía, y tecnología, en nuestras unidades, los modelos desde hace un tiempo no nos satisfacían los modelos de Mercedes que podían ingresar al país pero empezaron a ingresar la línea Actros directamente de Alemania, que a nosotros nos interesaba porque las características del modelo y la perspectiva en bajar consumo de combustible, nos hizo empezar a ver la marca como una alternativa. Y, por otro lado, la empresa empezó a ofrecer servicios de mantenimiento con programación con costo por kilómetro recorrido que nosotros lo usamos con las otras marcas.

Mercedes-Benz en la región dio un vuelco en la parte comercial entonces hubo también novedades como la recepción de camión usado, buena financiación, entonces fue un momento que aprovechamos también para incorporar la marca, conociendo también que el producto que estaban ofreciendo estaba a la altura de nuestras exigencias.

R.A.: ¿Ha cambiado el servicio en el último tiempo?
E.A.: Sí, creo que ahí hay un cambio bastante importante en ese punto; nosotros estábamos acostumbrados a ciertos servicios con las otras marcas que usábamos, y bueno antes no lo teníamos pero ahora sí y estamos muy conformes y tranquilos con los servicios que nos brindan.

R.A.: ¿Con una flota grande el mantenimiento es esencial?
E.A.: Hoy contamos con 105 unidades propias, por eso, desde hace mucho tiempo tenemos convenio de mantenimiento preventivo con las empresas que compramos, service que se paga por kilómetro recorrido y el fabricante de las unidades es el que se encarga de todo de acuerdo a sus parámetros y, la particularidad que tenemos, es que los talleres están en nuestra misma empresa, entonces la gente de las concesionarias viene a hacer los services y las reparaciones a nuestra sede con personal de ellos, con repuestos de ellos con la garantía de ellos pero trabajan dentro de la empresa.

R.A.: Eso les permite encausarse en los temas propios de la empresa…
E.A.: Y claro, alguien que hizo el camión, lo conoce mejor que nadie por eso es mejor que se encargue de repararlo, mantenerlo y yo me dedico a transportar y a ser más efectivo en lo que tengo que hacer. Es una alivio poder dejar que de la parte de mantenimiento se haga cargo la gente que sabe de camiones, para nosotros es un medio de transportar la mercadería a nuestros clientes de la manera más segura, más económica y que no perdamos tiempos muertos con reparaciones no previstas, con auxilios en ruta, con cosas que después afectan el servicio que nosotros brindamos.

R.A.: ¿Qué antigüedad de flota están manejando?
E.A.: Estamos más o menos en cinco años de antigüedad de flota, y tratamos de mantenernos ahí porque los costos de mantenimiento van subiendo en la medida que los vehículos tienen más kilómetros, el deterioro sin duda se va notando en los fierros.

R.A.: En los últimos años se desarrolló mucho la tecnología en los camiones, ¿ha evolucionado el sector?
E.A.: Sin duda, hoy los camiones prácticamente son los mismos que se ven en Europa; hace dos meses fui a Hannover, Alemania, a la Feria del Transporte y hace un año y medio estuve con mi hermano en la Feria de Logística de Barcelona, y prácticamente lo que se ve hoy es el mismo camión, excepto por las motorizaciones. Allá hay mucho para distribución en ciudades se ve mucho motor eléctrico y se está empezando a ver mucho motor a gas pero los camiones en si prácticamente son iguales aunque hay mucha diferencia en lo que es la parte arrastre, los semirremolques, donde todavía tenemos muchísima diferencia.

R.A.: ¿Y eso se vuelca en el trabajo de conductor?
E.A.: Antes el chofer era mitad conductor mitad mecánico, tenía que andar con el alambre y con la pinza, creo que hoy la profesionalización del sector ha llevado a que el chofer sea chofer. Estos vehículos con la electrónica que tienen encima se están rastreando permanentemente de manera satelital, cualquier desperfecto avisan, si hay una falla alertan a una central remota o indican en el tablero y le da alguna instrucción al chofer para evitar roturas. Hay mucha información en los vehículos, así se evitan roturas y permite que el vehículo esté permanentemente funcionando.

Todo esto también hace que la función del chofer vaya siendo otra. Gente más preparada más acostumbrada a manejar una aplicación en un teléfono o una computadora arriba de un camión, con información de cómo mejorar su conducta en el manejo, en cómo consumir menos, cómo pisar me-nos fuerte el freno, sin conducir por inercia, trabajando para que las rutas sean más seguras. Estos camiones vienen con sistemas de seguridad de avanzada pero el chofer tiene que adecuarse a usarlos también y, reconociendo que estamos en una actividad contaminante, porque usamos combustible, las cubiertas generan temperatura por fricción con el asfalto y los motores también, entonces, todo lo que se pueda hacer en beneficio de ser más amigables con el medio ambiente bienvenido sea, y en eso el chofer y su manera de manejo es muy influyente en estos ratios. El camión puede tener mucha tecnología y si no se adecua a manejarla y saber cómo se maneja no sirve de nada toda la tecnología que pueda tener el vehículo.

R.A.: ¿Las empresas, su organización, también ha progresado?
E.A.: Sí, actualmente hay un movimiento de empresas transportistas que están manejando códigos de ética y consideran a los proveedores como aliados estratégicos en la actividad, hay una movida muy grande a nivel nacional de empresarios que nos reunimos intercambiando prácticas para mejorar en todo sentido la actividad no.

En Argentina hay algo de cuatro camiones por propietario, y es difícil estar de acuerdo en muchas cosas pero hay una movida de profesionalización de medianas y grandes empresas que van en el camino de ser transportistas profesionales y no solamente -sin que esto sea peyorativo- ofrecer camiones sino generar una profesionalización de la actividad, del sector. R.A.: ¿Cómo manejaron el altísimo aumento de costos?
E.A.: Los costos han subido de manera muy abrupta, no ha sido progresivo, lo cual no nos ha permitido negociar la tarifa con nuestros clientes. Los combustibles, como todo lo que es dolarizado, también las cubiertas como los camiones y muchos de nuestros insumos han cambiado drásticamente y a eso se suma la parte salarial que se ha incrementado de manera exponencial. Al punto que combustible y salarios representan casi el 70% de nuestros costos.
El consumo de combustible se puede bajar con la aerodinamia de los camiones, mejorada con el uso de spoilers, reflectores de aire, con capacitación de choferes pero son ratios de muy poco porcentaje que se puede bajar, pero en el caso de los salarios no se pueden renegociar. La verdad ha sido un año muy difícil sin perspectivas de producir y los vehículos cada día hacen menos km. hoy hay un promedio de 11.000Km. y hace cinco años atrás estábamos en 16/17.000 Km. Promedio.

R.A.: Al haber menos actividad los costos fijos pesan más…
E.A.: Cuando hay mayor producción se licúan pero cuanto menos trabajo hay el costo fijo pasa a tener su peso: seguro, patente, amortización, un año difícil básicamente porque los costos aumentaron mucho y no hay productividad. Cuando hay productividad y hay muchos Km. los efectos inflacionarios se licúan, pero al haber tan baja productividad es muy difícil cumplir con todas las exigencias. Es muy difícil sentarse a hablar de cerrar una tarifa con un cliente si al salir de la oficina ya aumentó de nuevo el combustible y se movió el dólar

R.A.: Es difícil proyectar en este contexto pero ¿qué espera para el año que viene?
E.A.: Yo esperaría mas productividad y que haya reglas claras de juego, la presión fiscal que tenemos verdaderamente es terriblemente alta, todos los días aparecen cosas nuevas; esperaría más estabilidad para poder trabajar tranquilo y esto va más allá del sector, por beneficio para toda la Argentina que haya mayor producción, más industria, que se muevan camiones. Si la rueda productiva está quieta es lo peor que nos puede pasar. Espero mejores perspectiva para los tiempos que vienen a ver si se puede arrancar el país a moverse y que así nos movamos todos.